Aquel tren se llevó mis dias soleados, se llevó las playas del sur, se llevó el azul cielo de sus ojos. Aquel tren se llevó mis madrugadas bailando, se llevó mis tardes tumbado a sol y se llevó mi no madrugar.
Pero lo que el maquinista de este tren nunca supo es que yo iba subido en uno de sus vagones.
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